Aunque no lo parezca, perros, gatos y algunos roedores necesitan también cuidados dentales. Una revisión a tiempo previene de enfermedades que pueden ser desde leves a graves.
Sí, ellos también van al dentista. A partir de los dos años, los perros y los gatos pueden tener problemas dentales que oculten, incluso graves enfermedades. En el caso de perros y gatos todos tienen su aliento peculiar, pero si su fiel amigo les sorprende con un fuerte olor, más de lo normal, e incluso desagradable puede esconder el síntoma de un problema de salud. Este «tufillo» es la señal inequívoca de un padecimiento dental que, si no se trata a tiempo, puede producir graves enfermedades su querida mascota.
Normalmente la boca contiene bacterias, pero si estas crecen demasiado rápido tiende a formarse la placa. Como decimos, a partir de los dos años, la mayoría de los perros y los gatos ya pueden, si no se toman las medidas preventivas adecuadas, tener un serio problema dental.
Padecer una enfermedad periodontal a veces puede llegar a afectar principalmente al hígado, riñón y corazón. Nuestro consejo, el mismo de siempre: acudir al veterinario ante el primer síntoma. En la actualidad existen en el mercado, como prevención, determinados productos para facilitar la limpieza bucal de perros y gatos. Pastas de sabor agradable y que se aplican con una especie de dedal, colutorios en spray, incluso una amplia variedad de galletitas especiales que ayudan a prevenir y a desgastar el sarro. También se mantienen limpios y ayudan a fortalecer las encías, especialmente los perros, con huesos sintéticos de cuero o huesos de rodilla de vaca previamente hervido, o juguetes de goma de divertidas formas.
Cuando el problema es grave y el sarro por descuido ya acampa a sus anchas, la única solución es la eliminación de éste con una pequeña intervención en la que, con una sedación suave, el veterinario utiliza un pulidor dental para eliminar las impurezas que el animal tenga en la boca. Además, a modo de prevención, durante unos días el perro o gato deberá tomar un pequeña dosis de antibiótico para evitar infecciones.
Síntomas a tomar en cuenta. Se debe concertar una cita con su veterinario si observa en su perro o gato alguno de estos síntomas: mal aliento, encías enrojecidas e inflamadas (Gingivitis), sarro, pérdida de piezas dentales, dificultad al masticar o miedo a la hora de comer o babeo. También debe saber que un masaje en las encías contribuye a mantener sanos los dientes. Igual que en el cepillado del pelo, practique con su perro o gato para que no sienta miedo al tocarle la boca de la forma más suave posible. De esta manera, si el veterinario tiene que realizarle una exploración bucal le estará muy agradecido ya que el animal no extrañará esa actitud.
Para evitar cualquier problema se aconseja controlar de forma periódica los dientes del animal ya que un sobre crecimiento de los incisivos es fácil de detectar. Pero sin embargo hay otras piezas como los premolares y molares, que están menos a la vista, que también crecen, y esto les puede producir, como decimos, serios problemas e incluso la muerte del animal.
Fuente: http://www.abc.es/sociedad/20150910/abci-mascotas-perros-dentista-201509091927.html
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