El tratamiento a seguir dependerá del tipo de alergia que el veterinario diagnostique a nuestro felino:
- Si observamos que le falta pelo y tiene la piel enrojecida e inflamada en el lomo, el cuello y la cola, lo más probable es que nuestro minino tenga alergia a la picadura de pulga. En casos graves puede extenderse a las patas, la cabeza y el abdomen. En este caso debemos llevarlo al veterinario para que le proporcionen la medicación necesaria para aliviar la alergia. Además, es recomendable eliminar todas las pulgas tanto del gato como de su entorno. Deberemos utilizar siempre un tratamiento antipulgas, sobre todo en los meses de más actividad de éstas, evitando así que las pulgas piquen a nuestro gato.
- Si la alergia proviene de la alimentación, el veterinario le recetará a nuestro compañero antihistamínicos que le rebajen los síntomas y recomendará que le demos una comida especial hipoalergénica.
- A veces los gatos son alérgicos a algunos materiales plásticos con los que se confeccionan los comederos y bebederos que utilizamos para ellos. Esta alergia la detectaremos porque los problemas de la piel y del pelo se darán en la zona de la cabeza, la cara y más concretamente el morro. No podrán parar de rascarse y evitarán comer o beber de estos recipientes. Debemos acudir al veterinario para tratar los síntomas de la alergia cutánea como en el caso anterior y cambiar estos recipientes por unos de acero inoxidable, vidrio o porcelana que no provoquen reacciones alérgicas en nuestro felino.