Que tienen la misma cara, que caminan igual, que comparten formas de ser… muchas veces buscamos semejanzas entre las personas y sus mascotas. ¿Realmente hay un parecido? Un especialista opina sobre el tema.
¿Por qué elegimos un perro? ¿Por su raza? ¿Por sus papeles? ¿Porque nos gusta su aspecto? ¿Por su carácter? Las respuestas pueden ser muchas, pero, según los expertos, todos nos reunimos en un mismo motivo: porque se parecen a nosotros.
Cuando elegimos una mascota, ¿buscamos una acorde a nuestra personalidad? “Así es, al menos es lo que yo creo basado en mi experiencia. Todos elegimos en virtud de nuestros gustos, que a su vez son el reflejo de nuestra personalidad”, como lo afirma el doctor Ricardo Bruno, veterinario especialista en comportamiento animal. Es así como, la mayoría de las veces, nos quedamos con los perros, gatos y otros animalitos que son acorde a nosotros.
Algunos ejemplos:
* Es muy difícil que un rugbier elija, como mascota, a un gato.
* Las personas muy dogmáticas y amantes de lo cuasi perfecto optarían por un ovejero alemán.
* Es poco frecuente que un bailarín clásico o un artista plástico elija a un pitbull.
* Las personas glamorosas se quedarían con un yorky o un caniche toy.
* Los más atléticos optarán muchas veces por un pitbull o un doberman.
Pero, atentos: si bien muchas veces elegimos lo parecido, otras tantas buscamos lo diferente a nuestra imagen y personalidad. Esto sucede porque psicológicamente nos atrae lo igual, por narcisismo, o lo opuesto, por complemento y por curiosidad.
¿Tu mascota tiene “tu misma cara”? Muchas veces pensamos que ciertos rasgos físicos de las mascotas se asemejan a los de sus dueños. “Es un mito urbano, al menos a mi juicio”, señala el doctor Bruno. El experto nos cuenta de dónde proviene esta falsa creencia: “todo comenzó hace unos veinte años cuando un laboratorio veterinario sacó un almanaque donde ponían fotos de caras humanas al lado de caras de mascotas que tenían un gran parecido. Obviamente la publicidad decía que cada par de fotos eran de propietario y su mascota, algo que no era creíble. Rápidamente se popularizó y a la gente le gustó creer en esa mimetización casi mística entre humanos y animales”.
Hombre activo, perro activo. Más allá de lo físico, es común ver una “forma de ser” parecida entre mascotas y dueños. Con la convivencia, ¿los animales se vuelven más amigables, activos, sedentarios, inteligentes…? ¿Adoptan nuestras prácticas? “Eso es así, pero no hay nada misterioso, sino una simple habituación entre el propietario y su animal, en especial si este último es un perro”, enfatiza Bruno. La realidad es que los animales que viven con nosotros copian nuestros ritmos y comportamientos.
El principal medio de comunicación canina es el gestual y postural. El propietario está comunicándose con su animal en todo momento, aún sin darse cuenta de que lo está haciendo. Los animales aprenden por asociación de eventos contiguos en el tiempo, con lo cual la rutina de su dueño en poco tiempo también se transforma en su rutina y la forma de actuar de su propietario, ya sea tranquilo, inquieto, calmo, violento, parsimonioso, etc., lleva a que el perro responda y se comporte también de ese modo.
Y vos… ¿te parecés a tu mascota? ¿Conocés a alguna persona que sea «igualita» a su perro o gato? ¡Contanos!
Fuente: http://entremujeres.clarin.com/mi-mascota-y-yo/mascotas-perros-gatos-parecidos-duenos-personas-hombre-igual-similar-cara_0_1334867406.html
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