La obediencia básica es una serie de ejercicios que todo perro doméstico debería saber realizar como parte de su educación.
Estos ejercicios, que responden a las órdenes de, «junto», «sienta», «suelo», «quieto» y «aquí», pueden ser utilizados cotidianamente con diversos fines prácticos, tantos, como a sus dueños se les ocurran. Además, durante el adiestramiento básico, nuestro perro también deberá aprender los refuerzos «no» y «muy bien» como negativo y positivo respectivamente.
«junto»
Con este ejercicio, se le enseña al perro a que, cuando está bajo esta orden, debe caminar a nuestro lado sin tirar de la correa, y al ritmo que lo haga su guía. Además, también aprenderá durante el adiestramiento en este ejercicio, a no ladrar a otros perros, personas o animales durante los paseos, y a no abalanzarse a por ciclistas, corredores, coches, etc.
«Sienta»
Con este ejercicio, se le enseña a que se siente al darle la orden «sienta», además, aprenderá que cuando está bajo la orden «junto» y su guía se detiene, él debe sentarse aún en ausencia de la orden «sienta». Ejemplos de aplicaciones prácticas serían: Al pararnos a saludar a alguien, el perro deberá sentarse, de este modo no se tirará encima de esa persona para saludarla y lo podrán acariciar sin tener que estar esquivando sus patas. Al abrir la puerta de casa, el perro ha de permanecer sentado a nuestro lado, sin dar tirones para ser el primero en entrar. Al meterlo en el coche, también lo sentaremos antes de abrir la puerta y una vez abierta le daremos la orden para que pase. En pasos de peatones y semáforos deberá sentarse él sólo nada más llegar. Para ponerle la correa o el collar, en vez de andar «peleando» con él, le damos la orden sienta y se lo ponemos tranquilamente. etc.
«Suelo»
Con éste ejercicio, aprenderá a tumbarse cuando el guía se lo ordene, y durante el tiempo que sea necesario, en presencia del guía.
«Quieto»
Esta orden, la reservaremos para situaciones especiales, en las que, tras haberlo sentado o tumbado, nos vallamos a alejar más de lo habitual, o a desaparecer de su vista durante un periodo de tiempo corto. Tendrá un efecto reforzador sobre la orden que esté realizando, dándole a entender al perro, que deberá mantener la posición, y no preocuparse, porque volverás a por él.
Estas órdenes, son aplicables a cualquier situación en la que nos encontremos, en que necesitemos que nuestro perro se esté quieto durante un momento, o durante un periodo algo más largo de tiempo. Ejemplos de ello son visitas en casa, necesidad de dejar una puerta abierta sin que el pase dentro o se escape, para tomar algo en una terraza, entrar a comprar algo en una tienda, en la playa o el campo cuando prevemos que pueda incordiar a alguien…etc.
«Aquí»
El perro, ha de acudir a la llamada de su dueño siempre. Este ejercicio, es muy importante en la educación de un perro, porque si no acude rápidamente un día u otro podemos tener un problema serio, puesto que puede tirar a alguien, puede crear un accidente de tráfico, etc.
Fuente: Foyel.com.ar
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