Los gatos son criaturas fantásticas con las que muchos se sienten fascinados. A su mirada en especial se le ha atribuido infinidad de significados a lo largo de la historia y ha desatado sentimientos que van desde la más sincera adoración, hasta el temor más profundo. Misteriosos, traviesos, luminosos, simplemente magníficos. Sin embargo debes tener en cuenta ciertos factores para cuidar los ojos de tu gato y mantener no sólo su belleza, sino su funcionalidad.
Afortunadamente, a menos que tenga un problema congénito, el cuidado de los ojos de los gatos es relativamente sencillo. Principalmente debes tener en cuenta que los gatos son susceptibles a tres enfermedades oftalmológicas, también son comunes en los humanos: La conjuntivitis, el glaucoma y las cataratas.
Enfermedades de los ojos en los gatos
Para el caso de la conjuntivitis, al igual que en los humanos, se presenta como un enrojecimiento en el ojo, lagrimeo, ojos semi cerrados a causa del dolor o de sensibilidad a la luz y la aparición de legañas (Pueden ser verdes, blancas o amarillentas). Normalmente se presenta como síntoma secundario de la presencia de algún virus.
Se recomienda prestársele atención para evitar que se vuelva crónico y para la detección temprana de enfermedades que pueden poner en riesgo la vida de tu mascota.
Las cataratas son en su mayoría hereditarias, siendo la principal razón de ceguera en los gatos. Se manifiesta aproximadamente hacía los seis años y puedes identificarlo por la aparición de una especie de opacidad en el iris, en la medida en que la catarata madura esta opacidad empieza a parecer una especie de tela blanca que termina obstaculizando la visión del animal.
Otros casos en los que pueden aparecer las cataratas pueden ser traumatismos oculares o diabetes. El único tratamiento a las cataratas es quirúrgico, y consiste en la extracción del cristalino opaco.
El glaucoma o hipertensión ocular es un aumento en la presión dentro del ojo que va deteriorando el nervio óptico y la retina, progresivamente va aminorando la visión y finalmente causa la ceguera. Debido a que es un problema en la presión del animal se presenta como síntoma secundario de alguna otra situación médica padecida por tu mascota y se identifica por una evidente inflamación del ojo del animal, así como un tono azulado de la córnea.
Una identificación rápida es fundamental para que el gato pueda conservar la visión total del ojo afectado, pues los glaucomas causan efectos irreversibles después de las 24 horas.
Para los tres casos anteriores el tratamiento de tu mascota debe ser clínico, por ningún motivo debe medicarse al gato si consultarse primero con el veterinario.
La importancia de la prevención
Ahora, para evitar cualquier otro problema ocular que pueda desarrollar tu gato, en especial porque son expertos husmeando en sitios húmedos o llenos de polvo, tener buenos rituales de limpieza de tu mascota es fundamental. Si bien los gatos son animales muy pulcros, es bueno que estés atento a la aparición de legañas y retirarlas a la mayor brevedad posible, así evitarás que cualquier suciedad que hayan atrapado contamine el ojo (También la aparición excesiva de legañas puede deberse a la presencia de parásitos en el organismo de tu gato).
Para retirar las legañas sin causarle dolor a tu gato (Suelen endurecerse y son difíciles de remover), usa un pañuelo o toalla humedecida en agua tibia, empieza a hacer una leve presión sobre la legaña y empújala hacia abajo en la medida en que se va ablandando. Repite en procedimiento hasta que logres retirarla por completo. También es bueno cepillar a tu gato con frecuencia, los pelos suelen metérseles a los ojos, causándoles dolor o infecciones derivadas de los ácaros.
Puedes darte cuenta que polvo, pelos o cualquier objeto extraño ha caído en los ojos de tu gato por su lenguaje corporal, si se pasa insistentemente las patas por la cara, restriega la cabeza contra otros objetos o tiene los párpados disparejos, lo más probable es que tenga algo ahí.
También puedes identificar que algo se ha introducido en el ojo de tu gato porque les aparece un lagrimeo constante. Para esos casos puedes usar lágrimas artificiales, sin embargo si el lagrimeo persiste debes consultar a tu veterinario, puede ser que el objeto no sea fácil de remover o lo esté generando alguna otra clase de patología.
En fin un buen aseo (incluyendo en esto brindarle a tu mascota un ambiente limpio en el que vivir), visitas frecuentes al veterinario y, de ser posible, conocer el pasado genético de tu gato te ayudará a que goce de una buena salud visual y de una vida más feliz y plena.
Fuente: https://misanimales.com/simples-consejos-para-cuidar-los-ojos-de-tu-gato/
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